El fin de semana del 17 al 19 de noviembre, los juveniles hemos ido de convivencia a Los Molinos. Nuestro lema ha sido ‘llamados por Dios a vivir en comunidad al estilo de Jesús’.
Salimos el viernes en tren con ilusión y muchas ganas de disfrutar de nuestra primera convivencia de este curso. Después de unos divertidos juegos de presentación, descubrimos de una manera dinámica las normas para que en nuestro fin de semana vaya todo genial.
Comenzamos la noche con una divertida velada, donde a veces era difícil la comunicación, algunos ya casi nos quedamos afónicos. Para cerrar la noche, nos pusimos en manos de Dios, orando y pidiendo al Señor el don de la generosidad, el don de la confianza, sabiendo que tenemos una responsabilidad como cristianos en la construcción del Reino de Dios. Y a descansar que se notaba que era viernes.
El sábado nos levantábamos y comenzábamos el día con una catequesis, al aire libre, sobre las primeras comunidades. Partiendo de los versículos de los Hechos de los Apóstoles, descubríamos que una comunidad al estilo de Jesús escucha las enseñanzas de la Palabra de Dios, vive unida con la confianza puesta en Dios, participa en la fracción del pan y reza unida y es una comunidad solidaria con los más necesitados. Y es así como nos gustaría vivir. Para concluir esta mañana que mejor manera que hacerlo con una Eucaristía y celebrar juntos el amor de Dios que se da a todos nosotros. Gracias al Padre Alejandro hemos disfrutado de este momento tan especial.
Además hemos tenido la gran suerte de sentirnos acompañados por él y saber que podíamos acercarnos en cualquier momento a confesarnos y recibir el abrazo de la reconciliación, el amor y el perdón de Dios.
A la tarde, después de reponer fuerzas con una rica comida, nos hemos dividido por grupos de catequesis y hemos recibido el símbolo correspondiente. En primero una llave para abrir nuestro corazón a Dios, para tener un encuentro personal con Él. En segundo hemos recibido la luz, la luz que va a iluminar nuestro camino y la luz que vamos a ser para los demás. En tercero hemos construido nuestro ladrillo, que representa los cimientos de nuestra Fe, que nos sustentan y nos ayudan a crecer en el Amor de Dios.
Hemos ensayado con el coro de jóvenes las canciones para la Eucaristía del domingo y ha sido una bonita experiencia. Para terminar el día, nuestra velada ha sido una divertida puesta en escena de la vida de algunos santos, personas que dejaron actuar a Dios en sus vidas, hemos descubierto que todos estamos llamados a la vocación de ser Santos, así que vamos a intentarlo. Concluimos el día con una oración de compromiso por el símbolo recibido y de acción de gracias por todo lo vivido.
Ya el domingo nos tocaba recoger la casa y terminar en Los Molinos rezando laudes, para unirnos en oración con todos los cristianos del mundo, como las primeras comunidades. Y de regreso en el tren a la parroquia para ensayar de nuevo y compartir junto a la comunidad la Eucaristía.
Damos las gracias a los cocineros, que de manera desinteresada, han subido a Los Molinos para dedicar su tiempo a prepararnos una rica comida.
Gracias Señor por sentirnos llamados a vivir en Comunidad. Gracias por descubrir que ese es el estilo de vida que queremos, el estilo de vida de Jesús.
Gracias a todos los juveniles, a los catequistas y al Padre Alejandro, que han hecho posible que empecemos a disfrutar de la vida en comunidad al estilo de Jesús. Gracias a nuestra comunidad parroquial de la Santísima Trinidad, que nos apoya y nos sostiene con sus oraciones.
Gracias a Dios por seguir llamándonos cada día.
Si deseas ver fotos de esta actividad 👇👇👇