El pasado 26 de noviembre, el grupo de 4º de juveniles, finalmente se confirmó, recibiendo los dones del Espíritu Santo en una ceremonia presidida por el Vicario Episcopal D. Juan Carlos Merino Corral. Una ceremonia emotiva, sobria y cargada de gran sentimiento y agradecimiento a un tiempo.

Queremos felicitar a los jóvenes que gracias a su «aquí estoy» comienzan un nuevo camino acompañados por el Espíritu Santo. Un camino que no siempre será fácil, pero que demuestra que la espera vale la pena. Porque los tiempos del Señor no son nuestros tiempos.

Durante estos casi cuatro años, hemos visto crecer a estos jóvenes en la fe, madurar en su discernimiento, confiando en el Señor, en sus familias, en sus catequistas y en la comunidad que tanto les ha acompañado.

Para su confirmación, escogieron un lema que habla de esa dificultad del camino: «¿A qué esperas? Coge tu cruz y sígueme». Una invitación a ponerse en camino a pesar de las dificultades. Como María se puso en camino para contar la buena nueva a su prima Isabel. Como los discípulos se pusieron en camino para anunciar la Palabra. Una invitación que esperamos no olviden y que, a pesar de las dificultades, sigan adelante con su compromiso.

También supone un momento de dar gracias. Gracias a las familias, con la que hemos podido trabajar mano a mano por un objetivo común: la felicidad de estos jóvenes. Gracias a los sacerdotes que les han acompañado en sus procesos de búsqueda. Gracias a nuestra comunidad, que tan presente les han tenido en sus oraciones y con su acompañamiento. Gracias a los catequistas por el apoyo incondicional y la transmisión de la Fe.

Y como no, gracias al Señor, que nos sigue demostrando día a día lo grande que puede hacerse una pequeña semilla de mostaza.

Tal como terminaron los jóvenes su acción de gracias: «Señor, te damos gracias, de corazón, por estos años que hemos recorrido juntos el camino de la fe».

Para ver algunas fotos de la celebración haz clic en la siguiente imagen: