El sábado 11 de febrero, bajo el lema “LA FAMILIA DEJA HUELLA” disfrutamos de un gran día en compañía de las familias de nuestros niños y niñas de Postcomunión, unidos a la gran familia de la Iglesia, de la que todos somos parte importante.

Hemos recibido a nuestras familias en el Colegio Maristas (a los que damos las gracias por prestarnos siempre sus instalaciones) y que mejor manera de empezar el día que preparando cada familia su lema familiar. Poco a poco, nos íbamos conociendo, con un bingo sobre nuestras “cosas de familia” y otros juegos.

Sherlock Holmes y Watson han entregado a cada familia una huella que tenían que decorar y hacer suya, donde cada familia ha puesto mucha ilusión haciendo unas huellas preciosas.

Tenemos el gran ejemplo de la Familia de Nazaret, la Sagrada Familia, a la que hemos rezado, pidiendo su ayuda, sabemos que a veces vienen dificultades, momentos difíciles, pero también grandes momentos vividos en nuestras familias y siempre nos apoyamos en la Sagrada Familia, ejemplo de humildad y sencillez. Descubrimos en la oración que nuestras familias dejan huella, que cada uno de nosotros dejamos huella en nuestra familia, que somos lo que somos gracias a ellas. Ha sido una bonita oración en la que también hemos escuchado como el Papa Francisco nos dice que nuestras familias son nuestras raíces y en ellas vivimos una historia entretejida de lazos de amor.

No hay nada que una más a las familias que jugar juntos. Ha llegado el momento de disfrutar juntos, en familia, de juegos tan divertidos como el tira y afloja (madre mía como tiran de la cuerda), abracen su tesoro (que divertido buscar a tu familia para darla un abrazo), interferencias familiares (no oigo nada) y terminar con una bomba familiar (divertidísimo). Ha sido un rato muy divertido.

Hemos recibido la visita de nuestro párroco, el Padre Luis, que ha compartido con nosotros unas palabras sobre la importancia de la familia de cada uno y de la familia como comunidad cristiana de la que todos somos partícipes.

Tocaba reponer fuerzas y hemos comido juntos, compartiendo momentos relajados, para después disfrutar de un tiempo libre donde padres e hijos han compartido juegos, algunos se han llevado magnificas agujetas.

Ahora toca el turno a la catequesis, esta vez separados los hijos por un lado y los padres por otro. Con los niños y niñas se ha trabajado lo que son cada uno de ellos y lo que aportan a su familia, los dones que ellos tienen y ponen al servicio de los demás. Con los padres se ha trabajado las huellas que han dejado en ellos sus familias, porque cada familia es la historia de la que proviene, para luego ver que huellas estamos dejando en nuestros hijos y que huellas queremos dejar. Ha sido un momento muy intenso de reflexión y compartir que nos ha llegado al corazón.

No hay mejor manera para terminar un día tan especial como juntarnos otra vez todos y unir los dones de nuestros hijos con las huellas de los padres y no hay nada que una mejor que el Corazón que representa el amor que une a la familia. Todo ello lo hemos dejado plasmado en esa gran huella que decoramos al principio del día.

Terminamos el día agradeciendo a Dios por este maravilloso momento vivido, jugado, disfrutado, rezado y compartido en esta gran familia que forman las familias de Postcomunión.

Damos gracias a todas las familias que lo han hecho posible y a la gran familia de catequistas de Postcomunión, que, junto con el Padre César, han preparado este maravilloso día.

No olvidamos que “La familia deja huella” y una huella que nos hace crecer como cristianos en el amor a Dios y a los hermanos.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡Gracias a todos por el gran día!!!!!!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡LA FAMILIA DEJA HUELLA!!!!!!

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