Durante este fin de semana (del 11 al 13 de noviembre), los grupos de catequesis de juveniles nos hemos ido de convivencia a Los Molinos para descubrir juntos “La alegría del Evangelio”, este ha sido el lema que nos ha iluminado durante estos días.

Hemos ido de sorpresa en sorpresa:

👉Al llegar a la casa nos recibieron los cuatro evangelistas: Lucas, Mateo, Marcos y Juan, contándonos como era la experiencia de escribir sobre Jesús, como era eso de ser transmisores del evangelio. Y nos ayudaron a descubrir que las normas de nuestra convivencia estaban escritas por Jesús.

Después de unos juegos para romper el hielo y conocernos un poquito, entramos de lleno en la convivencia con un Furor, nuestro juego de canciones favorito que ya nos hizo perder la vergüenza y reírnos un buen rato. Y concluimos nuestro primer día con la oración 🙏 del “buen rollo”, donde descubrimos que Jesús es el más juvenil. Una persona, porque fue hombre como nosotros, llena de vitalidad, de energía y de una frescura que renovaba el aire de allí donde pasaba. Cristo aprovechó todos estos valores del ser juvenil (que son independientes de la edad) para llevar la Buena Noticia del Reino de Dios, para cambiar el mundo.

Concluíamos el día diciendo que este camino de Juveniles es un recorrido que hacemos juntos y lo hacemos con Jesús, aprendiendo de Él y con Él. No es solo confirmarse y ya está, es caminar con Cristo y descubrirle en nuestra vida. Es llevar el buen rollo que nos transmite Jesús allá donde vayamos.

👉Nos despertamos el sábado poniéndonos en la presencia del Señor para describir y experimentar que la alegría del evangelio cambia nuestro corazón. Tuvimos que cambiar nuestros planes de ir de marcha a la Virgen del Espino debido a la lluvia, así que hicimos nuestra peregrinación por la casa, descubriendo, representando y viviendo entre todos, como comunidad que somos, que Jesús es el camino, la verdad y la vida, una afirmación que nos ha ayudado a descubrir donde se encuentra la verdadera felicidad: en Dios.

Por la tarde nos reunimos en grupos de catequesis para recibir el símbolo de cada curso:

  • Los de primero recibíamos la llave 🗝️ como símbolo que abre nuestro corazón a la buena noticia del evangelio.
  • Los de segundo recibíamos la luz 🕯️ que ilumina el camino a seguir.
  • Y los de tercero recibíamos el ladrillo 🧱 con el que vamos construyendo los cimientos de nuestra Fe.

El resto de La tarde la pasamos jugando a la Oca, superando un montón de pruebas divertidas, disfrutando del juego y de los demás. Por la noche tuvimos que ayudar a los evangelistas a encontrar sus símbolos perdidos, superando difíciles pruebas, pero al final lo conseguimos y nos dimos cuenta de cómo ellos han compartido con el mundo el mensaje de Jesús, pero esta historia no acaba. Ahora somos nosotros los que estamos llamados a compartir esta historia, a vivir con alegría esta Buena Noticia.

👉Y llegó el domingo, momento de recogida y vuelta a casa, pero descubriendo que, gracias a este encuentro con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, llegamos a ser plenamente FELICES; eso sí, antes de llegar a casa, fuimos acogidos por la comunidad parroquial, con quienes celebramos la Eucaristía. Nuestro párroco, el P. Luis (quien nos había visitado el día anterior en la convivencia) nos invitó al compromiso de vivir verdaderamente la alegría del Evangelio e hizo que nos percatáramos de la gozada que es tener una comunidad tan viva ya que en la misa parroquial también estaban los grupos de cursillos prematrimoniales.

Gracias a todos los que han hecho posible esta convivencia, al P. César que nos acompaña y nos guía, a los catequistas, a los juveniles, a los cocineros (que tan bien nos dan de comer), a la comunidad que nos acompaña y reza por nosotros y sobre todo a Dios.

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¡¡¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!!!