Este fin de semana, en nuestra comunidad parroquial, hemos sido testigos de un hermoso regalo: el cursillo prematrimonial, un espacio donde el amor y la fe se entrelazan, preparando el camino de quienes han sido llamados a construir juntos una vida en el matrimonio.

Han sido días de escucha, de encuentro y de gracia. Las parejas que se preparan para dar este gran paso han descubierto la riqueza de dialogar con profundidad, de poner nombre a sueños y desafíos, y de reconocer en su historia la presencia de Dios, que siempre camina con ellos. A través de testimonios llenos de vida, han visto reflejada la belleza del compromiso y la fuerza del amor que crece cuando se cultiva con entrega y confianza.

Os compartimos el testimonio de dos parejas:

  • «Este fin de semana hemos vivido una experiencia increíble en el cursillo prematrimonial. Nos ha sorprendido muy gratamente escuchar el testimonio de varias parejas, ha sido inspirador y nos ha hecho reflexionar mucho. Hemos hablado en pareja sobre temas en los que quizá́ no habíamos profundizado tanto, lo que nos ha ayudado a conectar aún más y a acercarnos a Dios. Nos llevamos herramientas muy útiles para nuestro matrimonio y, sobre todo, el ejemplo de amor y fe de todos los catequistas y parejas que han compartido con nosotros. ¡Mil gracias por esta experiencia tan bonita!»
  • «Este fin de semana ha sido muy enriquecedor para nosotros como pareja. El curso prematrimonial nos ha dado consejos prácticos que creemos serán útiles para nuestro día a día como matrimonio, especialmente en cuanto a la comunicación y el respeto mutuo. Algo que nunca habíamos dado mucha importancia era la oración conjunta, pero ahora entendemos que es una herramienta valiosa para fortalecer nuestra relación. Aunque apenas estamos comenzando a ponerlo en práctica, hemos notado cómo nos ayuda a conectarnos más profundamente, compartir nuestras preocupaciones y agradecimientos, y a reflexionar juntos, sobre nuestros objetivos como matrimonio. ¡Felices de esta nueva etapa!»

Algunos han compartido la sorpresa de descubrir la importancia de la oración en pareja, una llave que abre el corazón y fortalece la relación. Otros se llevan herramientas para la comunicación, el respeto y la escucha mutua, semillas que, con el tiempo, darán fruto en su hogar. En todos se percibe la alegría de sentirse acompañados y guiados en este tiempo de preparación.

Damos gracias a quienes han hecho posible este encuentro: sacerdotes, catequistas, matrimonios que han compartido su testimonio y, sobre todo, a cada una de las parejas que han abierto su corazón a esta experiencia. Que el Señor bendiga el camino que comienzan, y que en cada paso descubran la belleza de un amor que, sostenido en Dios, se renueva cada día.