a Iglesia celebra el domingo 19 de marzo, solemnidad de San José, el Día del Seminario, este año con el lema «Levántate y ponte en camino»; este lema se inspira en el lema escogido para la JMJ 2023 en Lisboa: «María se levantó y se puso en camino deprisa» (Lc 1 ,39).

No hay mejor ejemplo para un seminarista, en el Día del Seminario, que tener como modelo a María. Con este lema se contempla el viaje misionero que realiza María para ir a visitar a su prima Isabel teniendo que pasar por lugares extraños, dejando a un lado su casa, sus costumbres y comodidades. Es empujada al mundo.

El papa, escogiendo este pasaje mariano del Evangelio, quiere presentarnos a María como mujer de caridad y mujer misionera, alguien que al recibir un don lo pone inmediatamente a fructificar. Esta debe ser también la actitud de aquel que recibe una llamada en la Iglesia, la actitud del seminarista.

Cuando recibe una llamada no puede quedarse encerrado en ella. En la vocación sacerdotal hay una llamada a servir a los demás, acercarles a Cristo con prontitud. Debe ponerse en camino, y ese camino se recorre en un espacio que la Iglesia le presta para ello: el seminario.

El seminario no es el espacio donde el joven se encierra para perderse en el mundo, sino el camino que recorre para aprender a servirlo. Desde aquí vemos dos ejes importantes: la vocación sacerdotal es una vocación para los demás (caritativa) que se desarrolla poniéndose en marcha (en camino).

La Sagrada Escritura y la historia de la Iglesia, están repletas de testimonios de hombres y mujeres que «tomándose en serio la llamada del Señor han abandonado la comodidad de una vida quizá más segura, y se han lanzado por los caminos del mundo dejándose guiar por el Señor».

Dios Padre, en su Hijo, «nos ha llamado a vivir siempre con el corazón levantado» y «nos ha dado a cada uno una vocación preciosa en su Iglesia que «tendrá como horizonte el servicio». Dios sigue llamando, nuestros seminarios están llenos de historias de vida donde es fácil reconocer la huella de Dios, su voz resuena: «Levántate y ponte en camino».

Os compartimos este video del Seminario Conciliar de Madrid

Oración

Señor, estoy buscando al borde del camino y te veo.
Vas delante, en medio o detrás acompañando a
una porción de tu pueblo.
Te paras, me miras y acoges la inquietud
de mi corazón:
«¿Qué buscas? Levántate y ponte en camino,
ocupa mi lugar».
Qué bien me hace tu palabra: ¡levántate!
Porque se dirige a mi pereza y egoísmo, ¡levántate!
Porque arranca mis miedos, ¡levántate!
Porque disipa mis dudas, ¡levántate!
Señor, tu palabra me salva.
Señor, tu palabra me fortalece.
Señor, tu palabra me ilumina y me pone en camino.
Señor, enséñame a ir en medio escuchando
el corazón de mis hermanos;
Señor, ilumíname para que vaya delante
proclamando tu Evangelio;
Señor, ponme detrás para regalar tu misericordia.
Señor, ¡danos pastores según tu corazón!
Voceros de tu voz, que se atrevan a decir a otros
hermanos: «Levántate y ponte en camino».
Amén.

Materiales

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