Bajo este lema ‘Una Iglesia sinodal inclusiva y accesible… una Iglesia que incluye’, la CEE desde el Área para la discapacidad de la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado se une este 3 de diciembre al Día internacional de las Personas con discapacidad.
La Iglesia quiere identificar barreras, modificar contenidos, enfoques, estructuras y estrategias para incluir a todas las personas, con la convicción de que es responsabilidad de toda la comunidad parroquial.
En sintonía con el lema, recuerdan que para incluir a las personas con discapacidad «necesitamos en nuestras parroquias»:
- aceptar a cada persona como es, reconociendo sus características individuales
- dar a cada persona lo que necesita para disfrutar de los mismos derechos
- no intentar cambiar o corregir la diferencia de la persona sino acogerla para enriquecernos con ella
- eliminar las barreras que le impiden acceder y participar en todos los actos de la parroquia
Se busca un cambio en el entorno y también un avance en la visión de futuro.
Las medidas de Accesibilidad Universal facilitan que todas las personas comprendamos, utilicemos, participemos y disfrutemos de todo lo que nos rodea con autonomía y comodidad. Para que logremos la inclusión de todas las personas en la Iglesia y en nuestras comunidades parroquiales destacan la necesidad de facilitar:
- La accesibilidad física «la Iglesia tiene como objetivo la eliminación de barreras en las iglesias y en las instalaciones parroquiales».
- La accesibilidad sensorial con el diseño de tecnologías accesibles o los bucles de inducción magnética que «son esenciales para ofrecer la información a las personas ciegas y sordas en la Iglesia».
- La accesibilidad cognitiva para facilitar la compresión y el uso de todo lo que rodea a la persona con dificultades cognitivas, independientemente del origen de las mismas. «Un lenguaje claro y directo, así como redactar y diseñar contenidos en lectura fácil es necesario para transmitir el mensaje de Jesús y de la Iglesia»
A través de los materiales de la campaña se desea llegar a todos los ámbitos eclesiales donde estos hermanos y hermanas nuestras han de encontrar el calor de una familia, así lo ha soñado Dios, así lo quiere la Iglesia.