Se parte ‘de’ y se ama ‘al’ hombre y al mundo sanitario de hoy como son; creo que esta es la premisa para realizar un verdadero trabajo de Pastoral de la Salud, donde debemos dar el paso para encontrarnos con el rostro de Dios encarnado en muchas historias de dolor, sufrimiento, soledad, exclusión,… donde una y otra vez hay que elegir entre permanecer o marcharnos, entre la vida o la muerte; ya que la relación con Dios es estar constantemente en peregrinación para adentrarnos verdaderamente en la maleza de lo humano. Dentro del mundo sanitario, debemos tener pasión por aquello que otros no quieren, pobreza, vejez, discapacidad, enfermedad; pero, también por la familia, por los compañeros de trabajo; por el deseo de amar y compartir, de transmitir sensaciones de conectar con el Espíritu; en definitiva, la Pastoral de la Salud debe comunicar el mensaje de salvación de Jesús, estando al servicio de la dignidad de la persona, se trata de una evangelización atenta a la urgencia de la justicia.
La Pastoral de la Salud en la parroquia debe ser el cauce y la expresión de la caridad pastoral de la comunidad hacia los enfermos. El servicio evangelizador del grupo de Pastoral de la Salud no es sino el instrumento concreto que impulsa, coordina y lleva a cabo la fraternidad y la solidaridad de toda la comunidad parroquial hacia los enfermos.
El grupo de Pastoral de la Salud de nuestra Parroquia tiene como misión visitar a los enfermos y personas mayores que, por motivos de salud, ya no pueden salir de casa. Se trataría de poner un poquito de calor humano, en medio de la vulnerabilidad, que los enfermos se sientan acompañados por todo la comunidad parroquial, a través de la presencia activa de los que formamos parte de este Grupo de pastoral. A los que lo deseen se les lleva la Comunión, lo que se suele hacer semanalmente.
Los enfermos en la Parroquia. Una prioridad es un intersante cuadernillo de formación.
Algunos miembros del grupo: