En la celebración de los sacramentos, que son acciones de Jesucristo en nosotros, el aceite tiene un papel importante. Desde tiempos muy remotos, el aceite es signo de fuerza y bienestar.
Nosotros recibimos la Unción con el óleo en el bautismo y la confirmación, como signo de la fuerza del Espíritu que desciende sobre los cristianos. Del mismo modo los enfermos son ungidos para hacer visible la fuerza que Dios da en la debilidad. Y en la ordenación los nuevos presbíteros son ungidos para significar la misión que se les encomienda.
El aceite que unge el cuerpo hace visible al Espíritu que actúa. Y esta acción del Espíritu nace de la Pascua. Por eso, cada año el óleo se renueva.
Cada año, el Obispo bendice, antes de la Pascua , el óleo del santo Crisma, que se utiliza en el bautismo, la confirmación y la ordenación; el óleo de los enfermos y el óleo de los catecúmenos.
Y nosotros ahora recibimos en nuestra Parroquia estos óleos bendecidos en la Catedral.
Con ellos celebraremos, a lo largo del año los sacramentos.
Hoy, Miércoles Santo, a las 19:00 👉🏽Eucaristía de Recepción de los Óleos.