El Viernes Santo, día de profunda reflexión, conmemoramos la Pasión y Muerte de Jesús. En esta jornada de introspección, nos sumergimos en las celebraciones de Laudes, el Vía Crucis, la Pasión del Señor y la Oración ante la Cruz. Estos actos nos invitan a interiorizar el sacrificio redentor y renovar nuestro compromiso espiritual. Al participar activamente, fortalecemos nuestra fe. Es un llamado a reflexionar sobre el significado de la entrega total y a seguir el ejemplo de Jesús en nuestra vida diaria.
Os compartimos estas palabras de nuestro párroco:
Hoy viernes Santo los brazos de Jesús se abren en la cruz para abrazar a la humanidad entera.
Abraza tu dolor, tu esperanza de que todo saldrá bien, si confiamos en el Padre.
Como Jesús, en ese árbol bendito de la Cruz, pronunciemos sus palabras, “todo está cumplido” muchas cosas en nuestra vida finalizan y empiezan a la vez.
Jesús lo aprendió de su Madre en aquel «hágase».
También pronunciemos “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”.
Oración confiada en que el Padre no nos dejará solos, que Él nos levantará de donde estemos.