Espiritualidad del Cuidado

Como bien sabéis, tanto el 9 de enero como el 23 de enero hemos tenido formación parroquial sobre el tema FUNDAMENTOS BÍBLICOS DEL CUIDADO, a cargo de Dª Margarita Saldaña Mostajo.

En esta ocasión no hemos podido disponer de las grabaciones por lo que os dejamos algunas pinceladas que nos ha pasado la ponente sobre el tema:

👉 Del día 9 de enero:

PRESUPUESTOS:

  • El cuidado es una experiencia, un ciclo, que se articula en torno a cuatro movimientos: sentirme y saberme cuidado, cuidarme, cuidar, aprender a dejarme
  • Fundamento antropológico: la vulnerabilidad y la dependencia
  • Fundamento teológico: el Dios trinitario, diversidad y comunión

LA EXPERIENCIA DEL CUIDADO EN EL AT

Dios crea con cuidado: sin prisa, como alfarero y jardinero.

Después de la caída, Dios no deja al ser humano morir de frío sino que cubre la desnudez de Adán y Eva. Interrumpe la espiral de violencia: en lugar de entregar a Caín a la muerte, se hace garante de su vida.

Dios no minimiza la responsabilidad de Adán ni de Caín: ambos tienen que abandonar la tierra en la que se encuentran y abrirse a nuevos futuros en los que, a pesar de la incertidumbre y el riesgo, pueden contar con la presencia de Yahvé.

Dios cuida la alianza, por caminos inesperados: sacrificio de Isaac. A veces, cuando nos sentimos verdaderamente al límite, experimentamos que Dios está y cuida.

Yahvé es un Dios que «oye» y «ve», que tiene todos los sentidos vueltos hacia su pueblo. Cuando oye y ve, se compromete y actúa, pero no lo hace solo sino que busca aliados.

En el desierto, Dios se hace providente: se ocupa de las necesidades más básicas del pueblo en camino, y también de las necesidades de sentido.

En su proceso de constitución como pueblo y de establecimiento en la tierra prometida, Dios cuida de Israel por medio de los jueces, que recuerdan al pueblo su vocación a la alianza.

Dios da a los israelitas reyes contra su voluntad, cuidará de su pueblo haciendo camino con él, siguiéndole los pasos, rectificando su camino cuando se extravía, ofreciéndole siempre nuevos comienzos…

Dios cuida a través de los profetas: espera, corrige, consuela. Dios no se hace cómplice del mal; cuidar es denunciar y combatir el mal que daña. Pero Dios no abandona al ser humano sumido en el mal, sino que le espera y le consuela.

La experiencia del salmista:

  • Dios protege: Ps 121: «El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma»
  • Dios es refugio y fortaleza: Ps 46: «Un socorro en la angustia siempre a punto»
  • Dios es regazo que acoge y pacifica: Ps 131 «Como un niño en brazos de su madre»
  • La mirada de Dios ve todo y acoge todo: Ps 139: «Si subo hasta los cielos, allí estás tú, si me acuesto en el abismo, allí te encuentro»

La experiencia de las mujeres:

  • En muchas páginas del AT, las mujeres son sometidas por los varones y se convierten en objeto de intercambio, violadas, humilladas: Dina, Betsabé, Las mujeres son también sometidas por otras mujeres, las «dueñas y señoras» Agar, Bilhá y Zilpá. Dina.
  • Pero Dios cuida a través de las mujeres. Algunas entregan con confianza lo que tienen (la viuda de Sarepta). Otras ponen su astucia al servicio del proyecto de Dios (Tamar, Rajab). Otras son mediación de cuidado por su fortaleza y sabiduría (Noemí, Débora, Esther).

👉 Del día 23 de enero:

Los largos años de Nazaret (90% de la vida de Jesús) son un espacio en el que Jesús experimenta lo que significa ser cuidado. Los relatos de la infancia muestran cómo muchas personas cuidan de él:

  • María: ofrece en su vientre a Jesús la hospitalidad primera, establece con él un vínculo profundo que posibilita el desarrollo de la confianza, se ocupa (como todas las madres judías) de la etapa inicial de la socialización, permite a Jesús crecer en libertad (a los doce años le permite suficiente autonomía como para ir solo en la caravana de regreso de Jerusalén).
  • José: permite a Jesús nacer en condiciones de legalidad, protege su vida frente a Herodes llevándole a Egipto, le brinda un modelo de identificación masculina, le transmite un oficio para ganarse la vida, le enseña a cumplir la Ley para integrarse plenamente en la
  • Familia ampliada: los parientes de Jesús le ayudan a crecer como hijo de un pueblo, forjan su talante de persona capaz de recibir, de dar, de
  • Magos: con su gesto de adoración, cuidan la identidad de Jesús cuando él todavía no tiene conciencia de ella; con su silencio ante Herodes, protegen la vida del niño.

Durante su vida ministerial, Jesús recibe también numerosos gestos de cuidado que proceden de personas muy diferentes entre las que se encuentran muchas mujeres: las que le siguen como discípulas, las que le cuestionan (la sirofenicia), las que le escuchan (María), las que le sirven (Marta), las que le ungen, las que le acompañan hasta el final, las que se convierten en anunciadoras de su resurrección.

A lo largo de toda su vida, Jesús también conoce el «des-cuido»: la presión de la gente (que invade su espacio y no le deja tiempo ni para comer), el rechazo de las multitudes que antes le aclamaban, el beso de Judas, la negación de Pedro, el cinismo de Pilato, la violencia de los soldados, el abandono de los discípulos, el silencio del Padre.

La experiencia de sentirse y saberse cuidado por el Padre a través de muchas mediaciones humanas habilita a Jesús para cuidar hasta el final a la humanidad.

Jesús cuida:

  • Por medio de la carne, integrando todo lo humano: la ternura y la violencia, el placer y el cansancio, el encuentro y la indiferencia.
  • Asumiendo la vulnerabilidad: «Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza» (2 Co 8,9).
  • Asumiendo la dependencia radical: los pañales, los ritmos lentos de Nazaret, los clavos, el sudario.

La resurrección es el triunfo final del cuidado en la historia. En la dependencia más absoluta que pueda imaginarse, el Hijo recibe la vida plena del Padre por la fuerza del Espíritu.

EJERCICIO 1:

  • ¿En qué dimensiones de mi vida me siento más dependiente de otras personas?
  • ¿Qué sentimientos despierta en mí esa dependencia?
  • ¿Cómo los afronto?

EJERCICIO 2: Contemplar a Jesús que se deja cuidar (Lc 2,1-52)

  • Leer el texto en actitud contemplativa: ver las personas, mirar lo que hacen, oír lo que dicen
  • ¿Cómo cuida cada una de estas personas a Jesús?
  • ¿Qué sentimientos despierta en mí este Jesús que se deja cuidar?

 

Libros de Margarita Saldaña para profundizar:

  • Relato de una aventura (PPC 2019)
  • Tierra de Una espiritualidad para la vida cotidiana (Sal Terrae 2019)
  • San José. Los ojos de las entrañas (Sal Terrae 2021)
  • La mujer del perfume (San Pablo 2022)
  • El hermano Carlos de Foucauld (Sal Terrae 2022)
  • Rutina habitada (Sal Terrae 2014)

 

👉Para descargar el folleto: Folleto Plan de formación Parroquial 2023-2024

👉En el siguiente enlace se irá compartiendo cada sesión de formación: Plan de Formación (videos y/o guiones)