Compartimos las fotos de la misa de acción de gracias por D. José Luis. Las puedes ver pinchando en esta imagen:

También compartimos la emotiva acción de gracias que se preparó para la ocasión:

«Hoy es un día para dar gracias. Gracias a Dios por poner a José Luis en el camino de esta parroquia, y por hacerse visible a través de él.

Pero también gracias a ti, José Luis, por todo lo que nos has enseñado durante estos 5 años como párroco, y por lo que aún te queda por enseñarnos.

Gracias por mostrarnos que todos tenemos en común algo muy grande: Dios. Y no un Dios cualquiera, sino uno cercano, en quien confiar, que nos ama hasta el extremo.

Por mostrarnos que merece la pena fiarse del de arriba, aunque sus planes no coincidan con los nuestros. Por hacernos perder el miedo a lo nuevo.

Gracias por tu gran trabajo para hacer crecer el sentimiento de comunidad de esta parroquia, que hoy se considera como una gran familia.

Por enseñarnos también que hay muy diversas formas de rezar, pero sobre todo, que rezar en comunidad nos hace crecer como familia que comparte un mismo Padre y un mismo Espíritu.

Por hacer hincapié constantemente en que debemos dar más importancia a lo que nos une, y no tanto a lo que nos separa.

Porque has grabado en nosotros que la libertad se encuentra en conocer, en saber ir a la fuente y mantenernos bien documentados ante los problemas que hay en nuestro mundo y que, como cristianos, deben importarnos y hacernos actuar. Porque, como tú siempre dices, el mundo es más grande que Villalba, y se necesitan nuestras manos para cambiarlo.

Gracias por habernos descubierto que si se confía en la providencia, las cosas salen pero que muy bien. Pero no olvides que Dios provee si tú prevés.

Gracias por enseñarnos que, a pesar de las dificultades que se nos pueden presentar en la vida, Dios y el amor siempre siempre siempre siempre siempre siempre siempre siempre ganan.

Por enseñarnos que el Reino del que nos habla Jesús empieza aquí, y que la vida eterna no es otra cosa que la felicidad que podemos vivir si confiamos en Dios.

Por hacernos soñar con un cielo que debe ser algo parecido a un catamarán nadando sobre un mar de cerveza, pero también gracias por insistir en que ese sueño no nos tiene que impedir vivir con los pies en la tierra, respondiendo a las necesidades, las tristezas y las alegrías de los demás.

Gracias por dejar en nosotros esa inquietud hacia la misión y la acción social, tan necesaria en los tiempos que corren.

Por enseñarnos que todos somos hermanos, sin importar si nos conocemos o no.

Gracias por habernos enseñado a transmitir la fe, fiándote de nosotros como catequistas, sacristanes, jóvenes, padres, adultos, mayores. En definitiva, has sabido descubrir en cada uno de nosotros, el valor que tenemos como personas.

Gracias porque a muchos nos has descubierto el valor de los ejercicios espirituales, y por abrirnos una ventanita a la espiritualidad ignaciana.

Gracias por crear y potenciar los numerosos grupos de vida que ahora hay en la parroquia, en los que todos tenemos cabida, y donde poder compartir nuestra fe.

Gracias por la cartera de la abuela y por tus contactos, que nos han permitido conocer lugares espectaculares, y vivir experiencias aún mejores.

Gracias por compartir tu vida con nosotros, por dar ejemplo. Por tener las ideas tan claras, y tu fe tan bien fundamentada, no en espiritualidades, sino en la realidad diaria que vives.

Gracias por tu sencillez, por tu espontaneidad. Por tener todo bajo control, o no, pero lo sabes disimular estupendamente.

Pero sobre todo, hoy agradecemos tu valentía, tu “SÍ” sin condiciones. Aunque ninguno queremos que dejes de ser nuestro súper párroco, sabemos que Dios tiene algo grande preparado para ti, que puede que cueste, pero seguro merecerá la pena.

Te deseamos mucha suerte en tu nueva etapa como Vicario Episcopal de la Vicaría II de Madrid. Y estamos convencidos de que serás capaz de transmitir el amor de Dios a todas esas parroquias de las que ahora te debes hacer cargo, igual que nos lo has conseguido transmitir a nosotros. Si en algún momento te sientes desbordado, recuerda que Dios escribe sobre renglones torcidos, y que cuentas con Él y con toda esta comunidad que te acogerá siempre con los brazos abiertos cuando vengas.

Como remate final, y en muestra de agradecimiento, te queremos hacer entrega de algunos regalos. En primer lugar, como conocemos tu aprecio por la cerveza, queremos regalarte estas gafas. En los momentos de mayor agobio, póntelas, seguro que te ayudan a ver la vida de otro color.

También queremos regalarte este álbum de fotografías, en el que se recogen algunos de los grandes momentos que hemos compartido contigo. Hay otros muchos que no se encuentran ahí plasmados, pero que permanecerán en nuestras memorias.

Finalmente, conociendo tu amor por la música, que te acompaña allá donde vayas, te regalamos esta fantástica guitarra para que te sientas obligado a invitarnos a todos tus conciertos.

Lo dicho, muchas gracias por todo, amigo. Te queremos.»