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Domingo de Ramos
Un día de aclamación, alegría y esperanza. Un pueblo aclama a su Señor, que llega con humildad, eso es lo que lo distingue de los reyes de este mundo. El entusiasmo del pueblo es el reconocimiento de todo cuanto ha hecho, de la esperanza puesta en Jesús. Sin embargo, sabemos que esas esperanzas pasarán a ser una decepción para quienes esperaban algo más. Para aquellos que deseaban un reino de esplendor, de riquezas, de espectáculos.
Hoy en nuestro corazón aclamamos a Jesús, pidiendo a Jesús que nuestras expectativas sean cada vez más de seguidores del Maestro de Nazareth, que no nos sintamos defraudados por Jesús.
Hoy levantemos los ramos con orgullo santo y digamos “Hosana al Hijo de David”. Proclamemos en nuestro corazón que le seguimos en sus valores, deseos y gustos para hacer presente al Dios Bueno.
👉 Desde la Fe: Acojamos en nuestro corazón todo aquello que es proclamación de justicia, que nuestro ramo hoy se llame, esperanza, vida, solidaridad, justicia. Levantémoslo con la fe de que algún día el Reino de Dios vendrá.
👉 Desde el Amor: Jesús acoge el cariño del pueblo, permite que le vitoreen, pero bien sabe Él que cada vez los corazones están más lejos de su Reino. Hoy mostremos el amor a Jesús, admirando su Presencia en cada criatura.
👉 Desde la Esperanza: Apostemos por esta semana de pasión muerte y resurrección. Apostemos por la vida, demos esperanza a cada persona que nos encontremos por el camino.
P. Luis Murillo