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“Si te acuerdas que tu hermano tiene quejas contra ti…” (Mateo 5, 23)
Hoy el Evangelio nos recuerda una serie de normas y preceptos, pero todos ellos cobran sentido solo desde la vivencia de la fraternidad.
A veces cumplimos muchos preceptos, o normas incluso eclesiales, pero se nos olvida que la ofrenda que agrada a Dios es un corazón que sabe amar, que sabe perdonar, que sabe reconciliarse. No podemos contentarnos solo con aspectos morales, sino desde la ética de la fraternidad.
Por eso nos recuerda que cuando vamos a presentar nuestra ofrenda al altar y nos acordamos que nuestro hermano tiene alguna queja contra nosotros, entonces es hora de dejar la ofrenda ahí, he ir a reconciliarnos. Esta es la ofrenda que más agrada a Dios.
👉🏻 Desde la fe:
¿De que valen los diezmos, las ofrendas, las velas encendidas, si en nuestro corazón está apagada la vela del amor y del perdón? A Dios no podemos engañarlo ni sobornarlo con ofrendas externas, lo que vale es la ofrenda del corazón.
👉🏻 Desde la esperanza:
Muchas veces somos conscientes de que nos han hecho daño, pero hoy el evangelio nos pide que seamos conscientes de cuándo nosotros hemos hecho daño a otros. Esto es más difícil. En oración pidamos al Señor la sensibilidad para con los demás, y si es preciso pedir disculpas o perdón. Entonces presentaré mi ofrenda al altar.
👉🏻 Desde la Caridad:
Repasemos en nuestro corazón, momentos en que hemos dañado la sensibilidad de nuestros hermanos, y en esta semana propongámonos buscar un gesto, un diálogo o lo que consideremos necesario, para con esa persona, y que ésa sea nuestra ofrenda esta semana.
P. Luis Murillo