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V domingo de Cuaresma
Lázaro sal fuera
La resurrección de Lázaro es motivo de esperanza para cada uno de nosotros. Lázaro era uno de los mejores amigos de Jesús, le amaba y por eso lloró. Jesús realiza el milagro de devolverle la vida. Nosotros quizás no podemos devolverles la vida a nuestros amigos, pero lo que sí podemos hacer, es “dar vida a nuestros amigos”.
Amar duele, y siempre buscamos como aliviar el dolor de los demás. En este camino cuaresmal, Jesús nos alienta también a salir de nuestros sepulcros, de nuestros encierros que huelen a muerte y a rancio. Quizás nos hemos encerrado por miedo, por angustia, porque pensamos que nadie nos comprende, o incluso por indiferencia ante la vida.
Hoy Jesús nos dice, “sal fuera”.
👉 Desde la fe: confiar en que Jesús siempre está con nosotros, sacándonos de nuestros refugios, cuevas y sepulcros. No es fácil dejarse ayudar, pero Jesús está ahí para cada uno de nosotros.
👉 Desde la Esperanza: Marta la hermana de Lázaro reclamó a Jesús, “si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto”. Cuántos reclamos hacemos al Señor, desde nuestro dolor porque las cosas no cambian, o sentimos que Jesús está lejos o se desinteresa de nosotros. Dios no se muda decía Santa Teresa. Jesús siempre acogerá con todo cariño nuestros reclamos, sabe y entiende que brotan de nuestro dolor.
👉 Desde el Amor: Propongámonos en este final de cuaresma a “dar vida a nuestros amigos”, dar vida al enfermo, dar vida al que está solo etc. Mover sus losas que pesan y encierran, siempre con la ayuda de Jesús.
P. Luis Murillo