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IV DOMINGO DE PASCUA: EL BUEN PASTOR
‘En verdad os digo, yo soy la puerta de las ovejas’
Este domingo del buen pastor, se nos invita a reflexionar sobre nuestra cuota de pastoreo. Todos tenemos una cuota de pastoreo, ya sea con los hijos, con los empleados de la empresa, con la familia, con los feligreses. Es ahí donde tenemos que tomar como ejemplo la forma de Jesús de pastorear: Las cuida, las llama por su nombre, las lleva a buenos pastos, se hace entender al grado que las ovejas reconocen su voz.
El énfasis de este día no está en las ovejas, sino en la ternura del pastor, que da la vida por las ovejas, las protege y no se aprovecha de ellas.
👉 Desde la fe: ¿Cómo es mi manera de “pastorear” a los hijos, la familia, los feligreses? ¿Se parece a la de Jesús?
👉 Desde el amor: Cuidar a los que Dios me ha encargado a mi alrededor, protegerlos y ayudarlos sin poseerlos.
👉 Desde la esperanza: El nombre de cada oveja conlleva su historia, su vida, encierra la experiencia de vida. Y dicha historia merece respeto, acogida y dar sitio en alegría para que cada oveja se sienta con derecho al redil.
P. Luis Murillo Madrigal