Para una vida de oración
Recemos para que nuestra relación personal con Jesucristo se alimente de la Palabra de Dios y de una vida de oración.
¿Cómo es tu amistad con Jesús? ¿Encuentras en la oración un espacio diario para hablar con Él? En estos meses tan complicados que estamos viviendo, puede que a veces te olvides de la oración, pero recuerda: nadie te va a escuchar mejor que Él. Con la oración entras en un diálogo con Dios, que es Padre. El Papa Francisco dice que si “no rezamos, no tendremos la fuerza para ir adelante en la vida. La oración es como el oxígeno de la vida”. Durante este Adviento, comparte las palabras del Santo Padre con tus amigos y recuérdales que es necesario rezar por los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia, pues “Podemos hacer muchas cosas, pero sin oración no funciona”.
“El corazón de la misión de la Iglesia es la oración. La oración es la llave para que podamos entrar en un diálogo con el Padre. Cada vez que leemos un pequeño pasaje del Evangelio escuchamos a Jesús que nos habla. Conversamos con Jesús. Escuchamos a Jesús y respondemos. Y esto es la oración. Orando cambiamos la realidad. Y cambiamos nuestros corazones. Nuestro corazón cambia cuando ora. Podemos hacer muchas cosas, pero sin oración no funciona. Recemos para que nuestra relación con Jesucristo se alimente de la Palabra de Dios y de una vida de oración.” .
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