Está a punto de comenzar el mes de mayo, mes dedicado tradicionalmente a la Santísima Madre. En su mediación materna encontramos seguridad y fuerza para seguir llevando el consuelo de su Hijo a quienes lo necesitan. En las circunstancias que estamos viviendo en todo el mundo, ella es nuestra fortaleza y nuestro refugio.

Por deseo del Santo Padre, este año el mes de mayo se dedicará a un «maratón» de oración desde los Santuarios Marianos para invocar el fin de la pandemia y la reanudación de las actividades sociales y laborales.

Nos unimos a esta oración a María recordando lo que nos han dicho los Santos sobre ella y ofreciéndole nuestra oración.

Entre quienes queremos vivir el Evangelio, nos sentimos y nos relacionamos con María como los niños para quienes su madre es todo: la buscan, la toman de la mano, se agarran a sus vestidos… no hay forma más serena, más amorosa y bella de presentarnos a Dios. En compañía de nuestra Madre, toda la vida es más bella.

D. José María Crespo, Párroco Santísima Trinidad