Compartimos la reflexión de nuestro párroco, D. José María, invitándonos a vivir este trimestre desde la Esperanza.
¡Feliz Pascua del Señor!
El curso 2021-2022 nos está llamando a vivir “APASIONADOS POR LA VIDA».
En el primer trimestre vivir “apasionados por la vida” se llamó ENCUENTRO, es decir: comunidad, fraternidad, amistad.
En el segundo trimestre esta actitud se ha traducido en CUIDADO de las personas, de la creación, de nuestro corazón… porque Dios piensa en nosotros, “apasionados por la vida”, como bálsamo para este mundo herido por tantas contradicciones y desencuentros.
Y del abrazo a Dios y a los hermanos brota la ESPERANZA: esta será la palabra clava de este tercer trimestre en la pastoral de nuestra Comunidad.
Dios nos quiere vivos, porque Jesús vive y nuestra vida está llena de esperanza.
De la mano de la esperanza, caminamos adivinando el futuro en cada huella. La vida es el origen de la vida. Eso es lo que descubren, todos los días y en todas las circunstancias, los “apasionados por la vida”. Es hora de construir puentes, de recuperar la sonrisa oculta tras infinidad de “mascarillas”, porque estamos llamados a llenar la vida de Vida.
Es Pascua y, por tanto, es tiempo más que propicio para soñar sin miedos ni reticencias y para apostar de manera decidida por la Vida; se acabó ya el tiempo del “por si acaso”, del “me lo tengo que pensar” y de la cobardía egoísta y perezosa disfrazada del “hay que ser prudentes”, etc.
No se puede continuar diciendo que se “cree en la Pascua” y, a continuación, apostar por una vida cansina y aburrida, como si se nos estuviera obligando a vivir “por decreto”.
Pascua es tiempo de optar y decidir de manera libre, pero también responsable; de avanzar sin mirar hacia atrás, aunque sí hacia los lados; de acompañar, acoger y compartir.
Es tiempo, pues, de felicitar y felicitarnos la Pascua, ya que ella viene cargada de las razones más profundas y serias, que jamás puedan llegar a existir, para poder entender que la esperanza es el trampolín de los intrépidos.
¡Feliz Pascua, feliz esperanza!
José Mª Crespo