Martes 26 de julio
El martes 26, comenzamos nuestra peregrinación hacia la tumba del Apóstol Santiago con una eucaristía a las 8 en la Ermita donde hemos recibido la bendición del peregrino. La iniciamos con ojos de turista, pero sobre todo con ojos de peregrino, abiertos a lo que el Señor y el apóstol quieran poner en nuestro camino.
La mayor parte de los compañeros de viaje son caras conocidas pero hay otras nuevas de las que seguro aprenderemos mucho.
Por el camino hemos podido disfrutar de las maravillas del Señor y comprobar la famosa frase «Ancha es Castilla» con sus grandes campos de cereales, de girasoles, … para ir cambiando los tonos amarillos por algo más verdes, con más arbustos y árboles. Es un día soleado, con un cielo azul precioso acompañado de esponjosas nubes.
Hemos llegado a Orense a comer y toda la tarde la hemos pasado recorriendo sus calles y monumentos. Además de tener mucho cuidado con la temperatura del agua de las burgas, lo que más nos ha impresionado es la catedral, digna de una exhaustiva visita sin olvidarse de ningún rincón si no quieres perderte alguna maravilla.
En la catedral hemos podido contemplar varias imágenes del apóstol Santiago.
En el rato libre algunos han visto el antiguo casino, otros una exposición de trenes…
Y ya de vuelta en el hotel cenamos y a recuperar fuerzas, que mañana a las 6 y media comienza una nueva jornada.
Miércoles 27 de julio
Un nuevo y fresquito día, 17 grados, que iniciamos orando al Señor. D. Apolinar, como ayer D. José María, nos invita a salir de nosotros mismos y ser peregrinos abiertos.
Comenzamos de nuevo en Orense, visitando esta vez la Ribeira Sacra, que está nominada para ser declarada patrimonio de la humanidad. Estamos en zona de vinos tintos con denominación de origen. Hemos aprendido de la organización de la zona (por aldeas, por parroquias…), vegetación típica (robles, castaños…), casas típicas de granito, diferencias entre monasterio y convento…
El Monasterio de San Pedro de Rocas, un paraje precioso donde nos han explicado la vida de la época y de los distintos oficios.
Ya al mediodía nos dirigimos al cañón del Sil para navegar en el catamarán. Ha salido el sol y tenemos 23 agradables grados de temperatura. ¡Qué bien nos cuida el Señor! Tras la hora y media de navegación, disfrutando del paisaje a un lado Ourense al otro Lugo, las figuras de las rocas que dejan correr la imaginación, el cultivo de los viñedos heroicos… nos dirigimos a comer y por la tarde a Lugo.
Hemos tenido tiempo libre en Lugo, donde la mayoría hemos aprovechado a ver la catedral (de las pocas con exposición del Santísimo las 24 h) y la muralla (hermanada con la de China). Hemos tenido la eucaristía en el altar mayor y en la que ha concelebrado D. Apolinar.
Después de cenar, algunos optaron por volver a pasear por las calles de Lugo y otros se fueron a dormir, que mañana ya vamos a Santiago.
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Jueves 28 de julio
Amanece el día típico gallego, cubierto y fresquito. De hecho, en cuanto subimos al autobús comienza a lloviznar y de camino a Compostela vemos zonas con niebla.
En la oración de la mañana hemos reflexionado sobre la pérdida o debilitamiento de la fe, los creyentes pero no practicantes y la importancia del Camino de Santiago como ocasión para renovar esa fe. Terminamos con el salmo 18 en el que decíamos: El cielo proclama la gloria de Dios.
Llegamos a Santiago y tuvimos la visita panorámica y una guía que nos fue explicando varios lugares y las plazas que rodean la catedral.
Tras acomodarnos y comer en la Hospedería San Martín Pinario tuvimos la tarde libre, en la que también participamos de la Misa del peregrino, en la que nombraron a los peregrinos que habíamos ido de todas las partes tanto de España como del mundo. Y como siempre, pudimos comprobar los cuidados que el Señor Santiago nos prodiga, pudiendo ver en funcionamiento el botafumeiro.
Tras la cena, aún no se acababa la jornada; a las 10 de la noche, tuvimos el honor, gracias a la gestión realizada por D. Apolinar, que es paisano y amigo suyo, de ser recibidos por el Arzobispo de Santiago D. Julián Barrios. Sencillo y accesible, pudimos charlar un rato con él y allí, nuestra cofrade Carmen Luquero nos deleitó con el himno a Santiago que ella misma creo.
D. Julián, también había recibido hace 15 días, por la petición de D. Apolinar, al grupo de jóvenes de la Parroquia Santísima Trinidad acompañados por D. César, que terminaban el Camino de Santiago.
Para terminar el día paseamos por las calles de la ciudad, viendo el ambiente nocturno, escuchando a la orquesta filarmónica de Galicia (espectacular), encontrándonos con la tuna (como si nos transportásemos a otros tiempos)…
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Viernes 29 de julio
Después de haber podido descansar un poco más que estos días, nos levantamos con las calles mojadas y unos estupendos grados adecuados para la caminata.
En la oración de la mañana, rezamos: Señor, tu misericordia llega al cielo y le pedimos que el camino que estamos haciendo, nos ayude a encontrarnos con El.
El autobús nos lleva al Monte Do Gozo y ya podemos ver a distintos grupos (familias, boy scout, bicis,…) como bajan camino a la catedral.
D. Apolinar nos habla del Monte Do Gozo, el significado de lavacolla, la JMJ de 1983…
En esta ocasión, no resultaba fácil divisar las torres de la catedral desde el Monte y hemos echado en falta el monumento a San Pablo II.
A lo largo de los pocos kilómetros, nos hemos encontrado con distintos símbolos del camino y como comprobasteis en las fotos de ayer, al entrar en Santiago de Compostela te encuentras esculturas de Santiago tanto de Apóstol, como de peregrino, como a caballo, …
Al llegar y tras la fila de entrada, hemos asistido a la misa del peregrino, en la que, como ocurrió ayer, concelebró D. Apolinar y nuestra Cofradía de Santiago Apóstol y la Parroquia Santísima Trinidad fueron nombradas.
Ayer ya pudimos entrar por la puerta Santa y visitar el sepulcro del Apóstol, así como otras capillas como la de la Virgen del Pilar, …
Este es el tríptico que hay en la sacristía de la catedral de Santiago de Compostela: a la izquierda Santiago predicando, a la derecha, la barca de piedra y en el centro el campo de las estrellas.
Después de apurar los últimos minutos con la compra de productos típicos de la zona, ponemos rumbo a Madrid, parando a comer de camino.
Llegamos ya a Collado Villalba con «nuestras mochilas» cargadas de momentos de encuentros, de conocer a nueva gente y de ahondar y compartir con los ya habituales.
Estos días hemos celebrado cumpleaños, aniversario de bodas, pero sobre todo, nuestro encuentro con el Apóstol Santiago. Gracias por tu protección y por mimarnos tanto.
Agradecemos a D. José María la misa de inicio con la bendición para el Camino, a D. César la cobertura en las redes sociales y especialmente a D. Apolinar por su dedicación y acompañamiento espiritual.
Gracias a los cofrades y demás viajeros, por la puntualidad y colaboración. Esperamos veros pronto de nuevo. Recordemos la famosa frase «caminante, se hace camino al andar».
¡Viva Santiago Apóstol!
Todas las fotos de la peregrinación puedes ver pinchando en la imagen 👇👇👇
