Festividades del 01 de enero

En este día concluyen varios motivos de festividad que conviene distinguir junto con los textos que hacen referencia a cada uno de ellos.

  • En primer lugar, es el día que cierra la Octava de la Natividad del Señor, el día en que Jesús fue circuncidado y hecho miembro del Pueblo de Dios, Israel, recibiendo asimismo el nombre que significa «Yawéh salva», y a esto hace referencia el Evangelio de la misa de hoy.
  • En el nuevo calendario se incluye hoy la antigua fiesta del 2 de enero dedicada al Santísimo nombre de Jesús.
  • Al ser la Octava del Nacimiento se ha dedicado también este día a la Santísima Virgen con su título más preciado y fuente de todos los demás como es el de Madre de Dios, consecuencia de la perfecta unión de las naturalezas divina y humana en Cristo desde el momento de la encarnación. Así pues, las oraciones de esta misa se elevan por la mediación de María, Madre también y protectora de la Iglesia; asimismo la lectura de san Pablo hace referencia al papel fundamental de María en la obra de la salvación, al hablar del Hijo de Dios nacido de una mujer y nacido bajo la Ley de Moisés (circuncisión).
  • El hecho de ser este día el primero del año civil y el ambiente que rodea a la Navidad han hecho que haya sido declarado Día de oración por la paz; este gran beneficio es visto en la primera lectura y el salmo responsorial como fruto de la bendición de Dios.

María, Madre de Dios

En una de las Basílicas de Éfeso, actualmente en ruinas, tuvo lugar el tercer Concilio Ecuménico en el 431. Allí se proclamó a María, Madre de Dios. Las crónicas nos dicen que, mientras los padres conciliares deliberaban dentro del Templo, el pueblo estaba fuera “rezando”. Al conocer la definición… sacaron a hombros a los padres conciliares y con antorchas encendidas iniciaron una procesión llena de aclamaciones a ¡Santa María, Madre de Dios!

El Concilio, de ninguna manera, quiso decirnos que María fuera la “engendradora de Dios” en el sentido de que sin ella Dios no hubiera existido. Esto sería una gran herejía. Pero sucede que, si el hijo de una pobre mujer llega a ser ministro, presidente, o Papa, esa mujer es la madre del ministro, del presidente o del Papa.

Como María dio a luz a Jesús -que era Dios- se le llama la madre de Dios. Y esa misma madre nos la entregó Jesús a todos nosotros en la Cruz para que también fuese madre nuestra. Por eso cada uno de nosotros puede decir con admiración y gozo: ¡LA MADRE DE DIOS ES MI MADRE!

Oramos juntos

Santa María, Madre de Dios.
No hay título, advocación o alabanza más grande que esta.
No puede explicarse de manera más real y concisa
quién eres y para qué te eligió el Creador.
Madre del Verbo encarnado
y madre de toda la humanidad.
A ti se vuelven los ojos de todos los creyentes
en este primer día del año nuevo
para poner bajo tu amparo e intercesión la Iglesia toda y sus hijos.
A ti pedimos que no nos sueltes de tu mamo
y con el mismo amor y ternura
con que miras en estos días de Navidad a tu hijo Jesús,
míranos también a nosotros
y acarícianos cantándonos canciones de alabanza
que nos animen a acurrucarnos en tu regazo
los 365 días que tenemos por delante
en actitud de abandono filial y alegría sin fin.
Amén.