El próximo jueves 30 de noviembre a las 17:30 en nuestra parroquia tendrá lugar una mesa redonda. El tema de la mesa está relacionado con la presente Campaña » Nadie sin hogar». Se va a tratar este tema de una manera muy práctica, mostrando posibles soluciones a algunos problemas y buscando posibilidades de ayudar a través de Cáritas.

Aproximadamente 40.000 personas viven en situación de sin hogar en España, dato que crece exponencialmente si hablamos de personas que residen en una vivienda insegura (3,6 millones de personas) o inadecuada (5 millones de personas).

Seguimos insistiendo en que Nadie Sin Hogar puede y debe ser una realidad, y para ello es imprescindible el compromiso común que promueve la campaña este año: Somos personas. Tenemos derechos. Por más que parezcan afirmaciones evidentes, la realidad cotidiana nos presenta otra cara, y vemos como cada día derechos humanos como el acceso a la salud o la vivienda son vulnerados o no son accesibles para las personas en situación de sin hogar.

De la Carta Semanal del Arzobispo de Madrid Carlos Osoro Sierra:

No se trata solamente de hacer obras de buena voluntad o de una caridad mal entendida con los que no tienen hogar, sino de encontrarnos con ellos, acogerlos y hacerles partícipes de lo que nosotros disfrutamos. El Señor se acerca a nosotros en esta Jornada de las personas sin hogar y nos alienta a decirles: «¿Qué quieres que haga por ti?». No se trata de una caridad profesionalizada, ni de una comunicación del Evangelio intelectualizada, sino de amar y curar. ¿Cómo hacerlo?

1. Siendo una Iglesia que abre sus puertas: que no pase como con María y José, que no encontraban un lugar para que naciese Jesús y tuvieron que ir a una cueva. La Iglesia tiene que tener el estilo de la mujer el libro de los Proverbios: es  hacendosa, se fía de su Señor, abre su mano a los necesitados y extiende el brazo al pobre. Tiene que ser y vivir con corazón y manos abiertas a todos, a todas las situaciones de los hombres, en todos los caminos por los que van, y detenerse especialmente en aquellos a los que se les ha robado o se les roba la dignidad.

2. Recordando y viviendo que todos somos hijos de Dios: tenemos un Padre que lo es de todos los hombres y, por eso, nos convertimos en hermanos. Es cierto que hay hombres y mujeres que no lo saben o que se olvidaron de tal título. Para hacer una nueva humanidad, este título es necesario; no para tenerlo y guardarlo, sino para ejercerlo. ¡Cuánto cambiaría este mundo! ¡Cuánto cambiaría la situación de tantas personas sin hogar si, como pide Cáritas en esta jornada, en la medida de nuestras posibilidades, colaborásemos con proyectos que ponen en valor sus derechos!

3. Poniendo en juego los dones que el Señor nos regaló: como veíamos en el Evangelio del pasado domingo, de Dios hemos recibido un tesoro inmenso, ¿lo guardamos o lo ponemos a disposición de quien nos encontramos en el camino de la vida? La Jornada de las personas sin hogar es una magnífica ocasión para hacernos de nuevo esta pregunta.

Jesús nos abre al camino de la confianza, nos presenta un rostro de un Dios Padre, que se fía y confía a cada uno el gran regalo de la vida. Él no quita nada y lo da todo. Nos ha dado su hogar, ¿cómo no vamos a dar hogar a las personas que no lo tienen?