El sábado 15 pudimos disfrutar de nuestra ‘Asamblea parroquial’; es decir, un encuentro de inicio de curso, en el que pudimos compartir como comunidad parroquial momentos lúdicos y momentos de oración, formación, planificación; de diálogo y escucha…

El centro de la asamblea fue la Palabra de Dios, iluminándonos el texto bíblico Isaías 50 y desde este tuvimos una mirada a lo que será el lema parroquial que nos acompañará a lo largo del curso 2022/2023:

«UNIDOS Y ENVIADOS CON ALEGRÍA».

Os preguntaréis por qué este lema, muy sencillo, deseamos caminar desde las invitaciones que tanto a nivel eclesial como a nivel diocesano nos hacen el Papa Francisco y el Cardenal Carlos Osoro.

El Papa Francisco con la exhortación apostólica ‘Evangelii Gaudium’ (La alegría del Evangelio), sobre el anuncio del evangelio en el mundo actual, y nuestro arzobispo Carlos Osoro con la carta pastoral ‘A la misión: retornar a la alegría del Evangelio’ nos invitan a renovar nuestro encuentro personal con Jesucristo, el primer y más grande evangelizador y desde aquí ser evangelizadores con Espíritu.

Llegó el momento de planificar y para ello, como párroco, propuse realizar el «Itinerario de Evangelización» al que nos invita el Papa Francisco, este es un itinerario cíclico que consta de cinco etapas. Para poder planificar lo primero es preguntarnos como individuos y como grupo ¿DESDE DÓNDE HACEMOS LO QUE HACEMOS? (una interesante pregunta que nos ayuda a conocernos mejor como grupo y a realizar un discernimiento evangélico).

Os contamos algunas pinceladas del itinerario parroquial; recordando que, todo sea reflejo de Dios a quien alabamos, la persona concreta a la que servimos y la iglesia que deseamos:

  1. PRIMEREAR: La comunidad evangelizadora experimenta que el Señor tomó la iniciativa, la ha primereado en el amor (cf. 1 Jn 4, 10); y, por eso, ella vive un deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva. ¡Atrevámonos un poco más a primerear!

⇒ Tras buscar un texto bíblico que nos inspire como grupo, ¿Cómo salir y evangelizar para brindar misericordia desde nuestra propia experiencia y la experiencia del grupo?

  1. INVOLUCRARSE: La comunidad evangelizadora se mete con obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, achica distancias, se abaja hasta la humillación si es necesario, y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo. Los evangelizadores tienen así «olor a oveja» y éstas escuchan su voz.

⇒ ¿Qué acciones concretas (gestos, actividades, actitudes) nos proponemos para ser evangelizadores con olor a ovejas?

  1. ACOMPAÑAR: la comunidad evangelizadora acompaña a la humanidad en todos sus procesos, por más duros y prolongados que sean. Sabe de esperas largas y de aguante apostólico. La evangelización tiene mucho de paciencia, y evita maltratar límites.

⇒ ¿Qué actitudes con necesarias para acompañar a los de nuestro grupo? ¿quiénes son los más necesitados de nuestro grupo? De las personas a las que servimos ¿quiénes necesitan más acompañamiento?

  1. FRUCTIFICAR: La comunidad evangelizadora siempre está atenta a los frutos, porque el Señor la quiere fecunda. Cuida el trigo y no pierde la paz por la cizaña.

⇒ ¿Nos damos a los demás poniendo nuestro énfasis, no tanto en lo que hacemos, sino en las actitudes (frutos del Espíritu): amor, gozo, paz, paciencia, modestia, …?

  1. FESTEJAR: la comunidad evangelizadora gozosa siempre sabe «festejar». Celebra y festeja cada pequeña victoria, cada paso adelante en la evangelización. La evangelización gozosa se vuelve belleza en la liturgia en medio de la exigencia diaria de extender el bien.

⇒ ¿Cómo lo vamos a celebrar? (celebraciones comunitarias y propias del grupo)       

Para responder a la pregunta inicial, ¿desde dónde hacemos los que hacemos? entre todos, y guiados por el Espíritu Santo, hemos elegido palabras claves que nos iluminen en nuestro itinerario:

También hemos respondido a ¿qué Dios?, ¿qué iglesia?, ¿qué persona?

P. Luis Murillo