Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente, di al Señor: “Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti”.

Él te librará de la red del cazador, de la peste funesta. Te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás: su verdad es escudo y armadura. No temerás el espanto nocturno, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta a mediodía” (Salmo 91, 1-6).

Querida comunidad, hemos decidido suprimir las celebraciones litúrgicas públicas (todas las misas) y otros actos devocionales, a partir de las 00:00 h. del sábado, día 14 de marzo hasta nuevo aviso. La iglesia permanecerá abierta para la oración personal. Por las mañanas la ermita (de lunes a sábado de 9:00 a 14:00) y el templo por la tarde (todos los días de 17:00 a 20:00) y domingos mañana.

En medio del desconcierto, de la oscuridad y del miedo que puede invadirnos, el Señor nos recuerda que Él es la luz, nuestra heredad y refugio. Sólo tenemos que hacer lo que Dios mismo nos dijo ya en el Tabor: ESCUCHADLE.

Por eso, os invitamos, llenos de esperanza, a que sepamos ser más orantes, ser más de Dios, ser presencia encarnada de Jesús y llevemos el Señor a todos con nuestras plegarias, nuestra comunión, aunque sea espiritual, y nuestras sonrisas y responsabilidad con todos y para todos.

Ningún sacerdote dejaremos de celebrar la Santa Misa en privado, y allí estaremos todos. Todos somos uno en el Señor.

Os invito a seguir las celebraciones por televisión, radio o internet. No dejemos de rezar y de poner nuestros ojos en el Señor.

Quizás debamos aprender a orar y vivir con más autenticidad al Señor en la intimidad más íntima de cada uno y poder ofrecer la fuerza del amor verdadero recibido y transmitir esperanza. Quizás, debemos aprender lo que le dijo Jesús a la Samaritana: habrá un tiempo que deberemos adorar en Espíritu y en Verdad.

Que recemos con intensidad para que científicos y personal investigador se pongan en manos de Dios y descubran los remedios necesarios y rezad para que seamos responsables, sepamos vivir más aislados, que no solos y no propaguemos el virus.

Os enviamos la oración a la Santísima Virgen que el Papa nos ha regalado para pedir intercesión en este momento. Ánimo y unidos en Cristo.

«Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.

Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.

Señora, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección. Amén.

Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios.

No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, oh Virgen gloriosa y bendita».

 

Equipo Sacerdotal de la Parroquia Stma. Trinidad de Collado Villalba