Convivencia de formación de catequistas 8 y 9 de febrero en Galapagar.

Este fin de semana hemos tenido un encuentro de formación para catequistas. Gracias a Moisés, hemos descubierto que nuestro ser de catequistas es la tarea de acompañar a las personas en el proceso de iniciación de la vida cristiana.
Para acompañar tenemos que vivir nuestra experiencia de hijos e hijas de Dios, porque lo que no vivimos no podemos transmitir.
Como en Emaús, los sacramentos son el camino.
Nos representamos con una mano en el corazón, porque lo importante es que todo pase por el corazón, y con la otra mano extendida, que sostiene, apoya y acompaña desde la disponibilidad.
Nos hemos reído hasta no poder más, porque la risa es el mejor ejercicio que se puede hacer.
Hemos compartido oración, dudas, inquietudes, miedos… y por supuesto hemos compartido el pan y el vino en la Eucaristía, transformándonos en aquello que recibimos.
«Y todo lo que era lo llevo consigo»
Hemos descubierto que lo que somos y tenemos lo compartimos, que acompañamos desde la presencia humilde.
Gracias a todos los que han hecho posible este fin de semana.

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