Cada 20 de febrero celebramos el Día Mundial de la Justicia Social, una fecha promovida por la Asamblea General de Naciones Unidas que se celebra para recordar que se trata de un principio fundamental de convivencia en todas las naciones.

Este año la celebración del Día centra su atención en los trabajadores migrantes y su búsqueda de la justicia social. En la actualidad, el motivo principal para migrar está ligado directa o indirectamente a la búsqueda de un empleo digno. Incluso en las situaciones en las que el trabajo no es la razón más importante, el empleo suele ser un elemento típico de cualquier proceso migratorio.

Càritas Europa hace un llamamiento a la Unión Europea y a todos los Gobiernos europeos para que fomenten una mayor una Europa incluyente que garantice unas condiciones laborales dignas para todos los trabajadores migrantes, incluidos los que se encuentran en una situación irregular. Los trabajadores migrantes contribuyen de forma notable a nuestras sociedades y nuestras economías, pero es hora de que también respetemos su dignidad y reconozcamos sus derechos.

Los trabajadores migrantes, especialmente aquellos en situación irregular, son especialmente vulnerables a la explotación laboral. Pueden estar a merced de agencias de contratación dudosas, que exigen tarifas de contratación exorbitantes, o quedan atrapados en los niveles más bajos del mercado laboral, donde los estándares de trabajo son inexistentes o no se aplican. Temiendo la detección o las represalias, o careciendo de suficiente conocimiento sobre sus derechos, muchos trabajadores migrantes irregulares a menudo son incapaces de buscar una solución legal a su situación.

«En los últimos años, la UE y sus Estados miembros han priorizado cada vez más el control y la represión migratoria en detrimento de una política integral de migración laboral. En Càritas, creemos que los derechos de los trabajadores migrantes, incluidos los de los migrantes irregulares, deberían garantizarse y aplicarse, porque eso garantiza que los derechos y la dignidad de todos en la sociedad se respeten plenamente «.

Esta semana, los Estados debaten el primer borrador del Pacto Mundial sobre Migración (GCM), un acuerdo pionero diseñado para mejorar la gobernanza global de la migración. Esta es una oportunidad para que los Gobiernos europeos reafirmen y refuercen su compromiso de proteger los derechos de todos los trabajadores migrantes, salvaguardar las condiciones que garantizan el trabajo decente y sentar las bases para el desarrollo de una política de migración laboral más integral que reduzca la incidencia tanto de la migración irregular como del tráfico de personas en Europa.