Este domingo, 26 de enero, nuestra Iglesia nos invita a celebrar el VI Domingo de la Palabra de Dios, una jornada que tiene como objetivo situar en el centro de nuestras vidas aquello que puede transformar nuestro corazón: la Palabra viva de Dios. Con el lema “Espero en tu Palabra” (Sal 119, 74), se nos propone una oportunidad única para abrirnos a ese diálogo amoroso y constante que Dios establece con cada uno de nosotros a través de las Escrituras.
El papa Francisco, con su sabiduría pastoral, instituyó esta jornada en 2019 mediante la carta apostólica Aperuit illis, recordándonos que la Palabra de Dios no es solo un texto para leer, sino una experiencia de encuentro. En cada página de la Biblia, Dios nos sale al paso, nos habla al corazón, nos consuela, nos desafía y nos abre horizontes de esperanza.
Hoy, más que nunca, necesitamos pararnos y escuchar. Vivimos en un mundo apresurado, lleno de ruidos que nos distraen de lo esencial. Pero la Palabra de Dios tiene el poder de hacernos detenernos, de hablarnos al corazón y mostrarnos el camino hacia la plenitud de la vida. Es ahí donde descubrimos que no estamos solos, que Dios camina con nosotros y nos ofrece su amor incondicional.
Este año, el Domingo de la Palabra de Dios se enmarca en el Jubileo del Mundo de la Comunicación, coincidiendo con la festividad de San Francisco de Sales, patrono de periodistas y comunicadores. ¿No es hermoso pensar que, como comunicadores de fe, también somos llamados a ser portadores de la Palabra, a compartir con los demás la riqueza de este tesoro inagotable?
Para ello, la Iglesia nos brinda múltiples recursos y propuestas para todas las edades. Desde los más pequeños, que podrán acercarse a la Biblia con juegos y kahoots bíblicos, hasta los jóvenes y adultos, que encontrarán en la Lectio Divina una herramienta preciosa para meditar y orar con la Palabra. ¡No perdamos la ocasión de sumergirnos en esta experiencia personal y comunitaria!
Celebrar la Palabra de Dios es una invitación a dejarse encontrar por Cristo. Él mismo nos enseña: «No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mt 4,4). Si escuchamos su voz, Él iluminará nuestras dudas, renovará nuestras fuerzas y llenará nuestro corazón de alegría y esperanza.
Este domingo dedica un tiempo a abrir tu Biblia, a leer, a escuchar, a orar. Deja que la Palabra de Dios te hable, y que este encuentro transforme tu manera de vivir y de mirar el mundo.