El próximo 19 de noviembre se celebrará, por primera vez, la Jornada Mundial de los Pobres, establecida por el papa Francisco al finalizar el Jubileo de la Misericordia y fijada en el XXXIII domingo del tiempo ordinario –que en la mayoría de la diócesis española coincide con el día de la Iglesia Diocesana–. Con motivo de esta primera jornada, el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización ha presentado el mensaje del papa Francisco para esta cita.

En la presentación del texto a los medios el día 13 de junio, Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio, resaltó: “Todos estamos obligados a escuchar el grito de ayuda de los pobres”, “a todos se nos pide que no miremos para otro lado”.

El Papa Francisco animó a los cristianos, creyentes de otras religiones y en general a todo el mundo, con motivo de la I Jornada Mundial de los Pobres, a invitar a los pobres “a nuestra mesa como invitados de honor”, ya que así “podrán ser maestros que nos ayuden a vivir la fe de manera más coherente”.

Los pobres, “con su confianza y disposición a dejarse ayudar, nos muestran de modo sobrio, y con frecuencia alegre, lo importante que es vivir con lo esencial y abandonarse a la providencia del Padre”.