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XX Domingo T. Ordinario (Juan 6, 51-58)
En el Evangelio de Juan 6, 51-58, Jesús hace una declaración audaz al afirmar que su carne es verdadera comida y su sangre es verdadera bebida. Este lenguaje provocativo causa confusión y disputa entre la multitud, pero Jesús insiste en la importancia de comer su carne y beber su sangre para tener vida eterna.
El pasaje bíblico de hoy es una invitación a profundizar en nuestra comprensión del misterio de la Eucaristía y a acoger a Jesús de manera íntima y personal en este sacramento de amor.
Desde la fe:
¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe en el misterio de la Eucaristía, creyendo que en ella Jesús se nos ofrece verdaderamente como alimento para nuestra vida espiritual?
Desde la esperanza:
¿Cómo podemos encontrar esperanza en la promesa de Jesús de que aquellos que comen su carne y beben su sangre permanecen en Él y Él en ellos, y que tendrán vida eterna?
Desde la caridad:
¿Cómo podemos responder al amor de Jesús manifestado en la Eucaristía, compartiendo este regalo con otros y siendo instrumentos de su gracia y misericordia en el mundo?