En este IV Domingo de Pascua, 8 de mayo, en el que recordamos que Jesús es nuestro Buen Pastor, celebramos la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas, bajo el lema: Deja tu huella, sé testigo.

En este día, le pedimos al Señor que no falten en la Iglesia sacerdotes, religiosos, personas consagradas y matrimonios cristianos. También, que las vocaciones nacidas en países de misión tengan lo necesario para formarse y seguir creciendo

«Jesús te llama a dejar tu huella en la vida, una huella que marque tu historia y la historia de tantos»

Nuestra vida tuvo un inicio y tiene un sentido, cada paso nos conduce a la meta. En ese camino cada uno somos protagonistas y tú, como cristiano, tienes un referente: las huellas de Jesús. Él, camino, verdad y vida, sale a tu encuentro, te llama a caminar con él invitándote a seguirle, a buscarle y encontrarle en los demás, en aquellos que necesitan de ti.

En Jesús encontramos el camino que nos conduce al Padre, y en Él descubrimos lo que significa acoger el Reino. Esa es la huella que nos dejó, y que permanece viva por los siglos.

Esta es su llamada: “deja tu huella, sé testigo”. ¿Podrá contar contigo?

Te invitamos a que descubras la luz, la esperanza que da el amor de Dios, un Dios que te quiere, te abraza y te invita a dejar huella a que seas testigo. (https://paraquiensoy.com/)

           Testigo
Si te atacan, déjame ser
testigo de la defensa.
Quiero gritar al mundo
nuestra amistad
y tu Justicia,
aunque demasiadas veces
te he fallado.
Intentaré,
esta vez,
soltar la piedra
y escribir, en la arena
palabras de amor,
como Tú me enseñaste.
Déjame mostrar el barro
que tú vuelves tesoro
si te dejo ser
alfarero de mis días.

Contaré las historias
que aprendí de Ti.
Expondré tu lógica
que trastoca protocolos
Y aunque mi palabra
sea solo balbuceo,
basta un eco de tu voz
para despertar, en otros,
nostalgias de infinito.
Sé que Tú no necesitas
mi defensa,
pues tu evangelio
ya venció.

Soy yo, que necesito
ser más discípulo,
aprendiendo, de Ti,
a hacer de la vida
hogar y fiesta.

Que quien me escuche, Te oiga
y quien me busque, Te halle.
Que quien me encuentre Te abrace,
Y quien me mire, Te vea.     José María R. Olaizola