Ayer fue el Sexto domingo sin poder compartir nuestra Fe y nuestra Vida en persona solo de forma virtual o telefónica.
Cómo aquellos primeros cristianos, tenemos miedo, estamos con las puertas cerradas, desconcertados ante lo que nos está pasando a nuestra sociedad.
En esta situación vislumbramos una Luz de esperanza. EL RESUCITADO se hace presente en nuestras casas, nos regala su Paz y nos invita a construir una Vida Nueva.
UNA VIDA NUEVA donde apostemos por el futuro, por lo que nos une, por arrimar el hombre, por vivir la AMISTAD Y LA SOLIDARIDAD.
DESDE el recuerdo agradecido a los que murieron, desde el aplauso inmenso a los que nos cuidan Apostemos por la Vida, la que nos regala, Él que se hace el encontradizo en esta Pandemia.
FELIZ PASCUA cada día de esta Pascua diferente.