Si las semanas anteriores os hemos hablado sobre el profeta Isaías y sobre san Juan Bautista, ahora nos toca hablar sobre San José y la Virgen María, ellos son figuras clave en la historia del Adviento, ya que desempeñaron roles esenciales en la llegada de Jesús.

Os compartimos esta explicación que está adaptada para que la leáis con los más pequeños de la casa:

San José: El Papá Especial

San José fue el papá terrenal de Jesús. Imagina a San José como un héroe tranquilo y fuerte, como un superhéroe que cuida y protege a su familia. Dios confió en San José para ser el papá de Jesús y cuidar de él mientras crecía.

¿Por qué es importante en Adviento?

En Adviento, pensamos en San José porque él fue una parte fundamental de la historia de Jesús. Dios lo eligió para ser el padre adoptivo de Jesús y lo guió con amor y cuidado.

Lo que hizo San José:

  1. Cuidó de María: San José amaba mucho a María, la mamá de Jesús. Cuando María le contó que iba a tener un bebé muy especial, San José confió en Dios y la cuidó con amor.
  2. Protegió a Jesús: Después de que Jesús nació, San José lo protegió y lo cuidó. Incluso cuando tuvieron que huir a Egipto para mantener a Jesús a salvo, San José siempre estuvo allí para su familia.
  3. Enseñó a Jesús: San José también enseñó a Jesús muchas cosas importantes mientras crecía. Le mostró cómo ser un buen carpintero y le enseñó sobre la vida y el amor.

La virgen María: La Mamá Especial

La virgen María fue la mamá de Jesús. Imagina a la virgen María como una “supermamá” llena de amor y bondad. Dios la eligió para ser la madre de Jesús, y ella ayudó con alegría este papel especial.

¿Por qué es importante en Adviento?

En Adviento, recordamos a la virgen María porque ella era la mamá de Jesús. Su amor y su disposición para cumplir el plan de Dios nos enseñan sobre la importancia de decir «sí» a las cosas buenas que Dios tiene para nosotros.

Lo que hizo la Virgen María:

  1. Dijo «sí» a Dios: Cuando un ángel le dijo a María que sería la mamá de Jesús, ella dijo «sí» sin dudar. Su confianza en Dios es un hermoso ejemplo para todos nosotros.
  2. Cuidó de Jesús: Santa María cuidó de Jesús con amor y ternura desde el momento en que nació. Ella fue una mamá increíble que siempre estuvo allí para su hijo.
  3. Fue una mujer de fe: María confiaba en Dios y creía en sus promesas. Su fe es un recordatorio de que también podemos confiar en Dios en nuestras vidas.

¿Cómo podemos ser como San José y la Virgen María en Adviento?

Podemos ser como San José siendo amables y protectores con nuestras familias. También podemos ser como Santa María diciendo «sí» a las cosas buenas que Dios nos pide y confiando en Su plan para nosotros.

Conclusión:

San José y Santa María fueron parte de la increíble historia de Jesús. En Adviento, los recordamos con agradecimiento por su amor y dedicación, y aprendemos de su ejemplo mientras nos preparamos para celebrar el nacimiento de Jesús.