El matrimonio cristiano es un camino de amor y fidelidad en el que Dios se hace presente. Es un don y una misión, una llamada a construir juntos una vida de comunión, entrega y crecimiento mutuo. En ocasiones, en medio del ritmo acelerado del día a día, las preocupaciones y los desafíos, es fácil perder de vista la belleza de este sacramento y la grandeza del «sí» pronunciado ante el altar.

Por eso, la Semana del Matrimonio (del 10 al 16 de febrero) nos ofrece una oportunidad especial para redescubrir y celebrar este vínculo sagrado. Organizada por la Delegación de Familia y Vida de la Archidiócesis de Madrid, esta iniciativa invita a los esposos a hacer una pausa, a renovar su amor y a profundizar en la gracia que Dios ha derramado sobre su unión.

Uno de los momentos más significativos de esta semana será la celebración de las bodas de 5 y 10 años de matrimonio, un gesto hermoso que nos recuerda que cada aniversario es una ocasión para agradecer y reafirmar el compromiso de amor. La Eucaristía, presidida por D. Juan Antonio Martínez Camino, sj, obispo auxiliar de Madrid, se celebrará el domingo 16 de febrero a las 12:00h en la Catedral de la Almudena. Es un momento de bendición y acción de gracias, donde los matrimonios que cumplen estos años podrán renovar sus promesas ante Dios y la comunidad.

Pero la Semana del Matrimonio no es solo para quienes celebran un aniversario especial. Es para todos los esposos que desean reavivar la llama de su amor, para quienes buscan fortalecer su relación en Dios, y también para los novios que se preparan para el matrimonio. Es una invitación a descubrir que el amor conyugal es una vocación que se alimenta día a día con la gracia del Señor.

Bajo el lema «Llena su corazón, hazlo latir», esta semana nos recuerda que el matrimonio es un don que hay que cuidar y avivar. Dios ha puesto en nuestras manos el corazón del otro, y con gestos de ternura, perdón y generosidad, podemos hacer que este amor siga latiendo con fuerza.

Desde nuestra comunidad parroquial, queremos animaros a participar en esta Semana del Matrimonio, a hacer de este tiempo una ocasión para miraros a los ojos, para rezar juntos, para recordar el camino recorrido y soñar con el futuro. Que sea un tiempo de gracia en el que Dios renueve el amor que un día unió vuestras vidas.