Acabamos de celebrar la Eucaristía de este Domingo de Ramos y hemos sentido el calor de la fe, la Amistad y Solidaridad por ello querida COMUNIDAD…
¡Levantemos las Palmas este Domingo de Ramos!

¡Benditos… nuestros niños, adolescentes y jóvenes! que están siendo un ejemplo durante todos estos días.

¡Benditos… sus maestros!, preocupados por cada uno de ellos.

¡Benditos… todos los padres y madres!, que están haciendo de cada casa, un Hogar cálido.

¡Bendito… todo el personal sanitario!. Son nuestras manos, pies, corazón. Dan lo mejor de sí para cuidar, sanar, salvar, ayudar, consolar, incluso arriesgándose con su propia vida.

¡Bendito… el personal de limpieza!, los que muchas veces hacen lo que nadie quiere hacer. Son los héroes anónimos de esta pandemia.

¡Benditas… las Fuerzas de Seguridad del Estado!, los que se arriesgan, los que aseguran que todos los ciudadanos nos quedemos en nuestros hogares.

¡Benditos… los que trabajan en las tiendas de alimentación, supermercados, transportistas!… Con miedo y riesgo favorecen que tengamos cubiertas las necesidades básicas.

¡Benditos… todos los trabajadores y voluntarios de Caritas! que en el silencio continúan acompañando a los más vulnerables de nuestra sociedad.
¡Benditos… nuestros Mayores!, los que viven en sus casas o en las Residencias. Son un ejemplo de humanidad, entrega, sencillez. Son nuestro tesoro y nuestro mejor patrimonio humano.

¡Benditos… todos los hombres y mujeres! que trabajan en nuestras Residencias

¡Benditos… los que estos días realizan mascarillas, hacen Voluntariado en los Albergues, realizan dibujos, preparan canciones o bailes, dedican tiempo a escuchar, desinfectan las calles…
¡Benditos… los trabajadores de las funerarias que acompañan en una de las realidades difíciles de esta pandemia
¡Benditos… todos los que todos los días salen a las 8 de la tarde a aplaudir a los balcones. Una marea de gente, remando al mismo compás.

¡Benditos todos y cada uno de nosotros.

Y…¡¡¡BENDITO, TU JESÚS, EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR!!!. Tú te haces presente en cada persona, en cada enfermo, en todos los que han perdido estos días un ser querido. Te haces el encontradizo en toda institución, organización, familia… Te aclamamos porque estos días sentimos tu fuerza, presencia, aliento, cercanía…. Sigues siendo el Ben Samaritano que sana nuestras heridas y nos levantas para seguir caminando y cantando.

RECIBID UN ABRAZO GRANDE DE JOSEMARI, TIRSO, APOLINAR, JAVIER Y CÉSAR