Desde la Cofradía de Santiago, comparten con nosotros este resumen explicándonos el significado del acto que se celebra el 30 de diciembre:

Las últimas noticias históricas de Santiago Apóstol llegaron de Jerusalén (Palestina), donde muere mártir (el primero de los Apóstoles de Jesús). En la realidad histórica se entremezclan continuamente lo real y lo imaginario, dando pie a muchas narraciones.

Sobre el año 42 d.C, Herodes Agripa manda decapitar a Santiago el Mayor. San Lucas narra cómo su cuerpo fue colgado fuera de la ciudad para que fuera devorado por los animales, pero sus 7 discípulos lograron rescatarlo y lo embarcaron en el puerto de Joppe (Jaffa). Tras siete días de navegación arribaron al puerto de Iría Flavia (actual Padrón), cerca de Finisterre.

Los discípulos se dirigen entonces a la corte de la reina Lupa (aparece en el Códice Calixtino) para solicitarle un lugar donde sepultar al Apóstol. Ella los envió al prefecto Duyo, enemigo del cristianismo, quien los encarceló. Un ángel los liberó y, cuando eran perseguidos, el hundimiento de un puente acabó con los perseguidores. Volvieron a Lupa, quien de nuevo intentó deshacerse de ellos aconsejándoles coger un carro con unos bueyes mansos que eran, en realidad, toros salvajes. Sorprendentemente, los animales, se dejaron uncir, lo que hizo que Lupa se convirtiera al cristianismo y cediera su palacio para iglesia y sepultura del Apóstol.

Casi ocho siglos más tarde, hacia el año 813 según la leyenda, unos pastores observaron una estrella que poseía una luminosidad extraña. La luz iluminaba el monte llamado Libredón, futuro asentamiento de Santiago de Compostela, que fue limpiado de maleza por orden del obispo. Bajo la maleza se halló el arca marmórica con los restos, que el obispo Teodomiro, por revelación divina, aseguró que pertenecían al Apóstol Santiago. El rey astur Alfonso II el Casto visita el lugar y ordena construir la primera iglesia dedicada a Santiago. Este es el origen de la basílica actual, de la ciudad y del camino a Santiago de Compostela.

El apóstol Santiago se convierte en símbolo de la Reconquista, de protección frente a los moros, en una época especialmente dada al culto de reliquias de santos, de ahí uno de sus apodos.

El traslado del cuerpo del Apóstol Santiago a España, por sus discípulos, es el que recordamos todos los 30 de diciembre.