El martes 16 de junio comenzamos el Triduo al Corazón de Jesús. Habrá Exposición del Santísimo a las 19.00, rosario y el triduo. A las 20.00 la Eucaristía. El viernes 19 celebraremos la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.

En el corazón del ser humano hay bondad, hay deseo de Dios, capacidad de amar, y esa pizca de “locura” que hace al ser humano una persona capaz de hacer grandes cosas por los demás. Sin embargo, ¿qué nos pasa? ¿Por qué cuesta tanto a algunos cristianos salir del propio “querer y sentir” y mirar al que está sufriendo cerca suyo? ¿Cómo es posible que muchos cristianos sigan creyendo que seguir a Jesús es cumplir unas cuantas normas? ¿Dónde quedó el
deseo profundo de imitar la manera de vivir de Jesús?

Cuando contemplamos el evangelio, vemos a Jesús que se acerca al que sufre. Su amor es compasivo. Para Jesús el amor es compromiso con la dignidad humana y no sólo palabras. Su amor también es gratuito. Está dispuesto a brindar su ayuda, dedica tiempo para estar con los que sufren, presta oídos para escuchar a los demás, y no teme quebrantar la ley cuando está en juego la dignidad humana.

El amor de Jesús está lleno de palabras acogedoras. Las palabras de cercanía y ternura que Él dirigía a las personas enfermas, les devolvía la salud. Su manera de hablar directa y firme, pero también suave y tierna, transmitían compasión, aceptación y misericordia.  Necesitamos recuperar ese estilo de vida que tenía Jesús y ejercer el poder sanador que también tienen nuestras palabras y gestos cuando muestran compasión, aceptación y misericordia ante sufrimiento de los demás. Para Jesús la compasión es la manera de proceder de Dios. No es una virtud más, sino su estilo de vida. ¡Jesús, danos un corazón como el tuyo!