En el corazón de nuestra parroquia late un compromiso profundo, un lazo inquebrantable que une manos y corazones en el servicio a los más necesitados. Hoy, os invitamos a contemplar la belleza de la solidaridad encarnada en el equipo de Cáritas que, con amor y entrega, teje hilos de esperanza en cada rincón de nuestra comunidad.
Cáritas, un nombre que resuena con significado, con el eco de la compasión y la acción desinteresada. Detrás de cada proyecto, detrás de cada gesto de bondad, se encuentran rostros luminosos que iluminan el camino de quienes atraviesan tiempos difíciles.
Luis, Pedro, Rosa, Susana, Laura, Raquel, Esther… nombres que trascienden la mera designación, pues en ellos hallamos la esencia misma de la solidaridad. Son líderes en el arte de dar, en el arte de escuchar, en el arte de acompañar. Cada uno, desde su rol, desde su vocación de servicio, contribuye a tejer una red de amor que abraza a aquellos que más lo necesitan.
- Rosa, voluntaria del proyecto ACOGIDA de Cáritas parroquial
- Susana, voluntaria responsable del proyecto C.O.F. (Centro de Orientación Familiar) de Cáritas parroquial
- Laura, voluntaria responsable del proyecto EDUCA de Cáritas parroquial
- Raquel, voluntaria responsable del proyecto SENSIBILIZACIÓN de Cáritas parroquial
Como nos hemos visto en los vídeos, hay dos preguntas en las que se centran:
¿Qué logros se han conseguido? De sus palabras extraemos que detrás de cada cifra, detrás de cada estadística, yace el testimonio vivo de vidas transformadas, de sonrisas recuperadas, de sueños restaurados. Cada pequeño avance, cada paso hacia adelante, es un triunfo compartido por toda la comunidad que se une en un abrazo fraterno.
Y ¿qué aporta Cáritas a nuestras vidas? Resumiríamos que regala la oportunidad de ser instrumentos de amor y misericordia, nos desafía a salir de nuestra zona de confort y a poner en práctica el mandato del amor al prójimo. En cada encuentro, en cada gesto de solidaridad, encontramos una oportunidad de crecimiento, una oportunidad de ser más humanos, más cercanos a la imagen divina que llevamos dentro.
Aunque nos falte el video del proyecto Alimentos, no nos faltan motivos para celebrar la labor incansable de este equipo.
Hoy, al finalizar estas primeras Jornadas del Voluntariado y Puertas Abiertas de Cáritas Parroquial, alzamos nuestras voces en gratitud y reconocimiento, pero también en compromiso. Que cada uno de nosotros, inspirados por el ejemplo de estos valientes servidores y, ¿por qué no?, misioneros, nos sumemos con renovado ímpetu a esta noble causa. Que cada uno de nosotros sea luz en la oscuridad, pan en la mesa del hambriento, abrigo en el frío del desamparo.
Que la obra de Cáritas siga siendo un faro de esperanza en nuestro camino, una prueba viva de que juntos, como verdadera comunidad, podemos transformar el mundo con amor.
¡Gracias, equipo de Cáritas, por ser luz en nuestras vidas, en la comunidad parroquial y en el mundo!