En la oscuridad, nos aportas luz.
En las dudas, nos ofreces verdades.
En la violencia, eres paz.
ERES NUESTRA ALEGRIA, SEÑOR
Cuando llegue la muerte, serás vida.
Cuando llegue el final, serás principio.
Cuando se apaguen las luces del mundo,
nos encenderás otras eternas en el cielo.
ERES NUESTRA ALEGRIA, SEÑOR
Apareces cuando más te necesitamos.
Apareces cuando otros amigos nos fallan.
Apareces y, a veces, no te reconocemos.
Apareces y, con tu pan, nos alimentas.
ERES NUESTRA ALEGRIA, SEÑOR
Nos defiendes a pesar de nuestros errores.
Nos amas a pesar de nuestros olvidos.
Resucitas para que, un día,
también nosotros contigo lo hagamos.
ERES NUESTRA ALEGRIA, SEÑOR