La luz que se impone a la oscuridad.
La certeza que vence a las dudas.
La alegría que salta sobre la tristeza.
TODO ESO LO ERES TÚ
En el desconsuelo, eres un abrazo.
En el llanto, eres pañuelo abierto.
En la desilusión, eres aliento.
TODO ESO LO ERES TÚ
Cuando caigo, me levantas.
Si me desanimo, me aconsejas.
Si me creo único, me das la humildad.
TODO ESO LO ERES TÚ
Frente a la cobardía, me ofreces valentía.
Ante la adversidad, me aportas soluciones.
En la incomodidad, me señalas la paciencia.
TODO ESO LO ERES TÚ
Eso, y mucho más, Espíritu Santo.
Eso, y mucho más, voz de Dios.
Eso, y mucho más, brisa de la tarde.
Eso, y mucho más, soplo del cielo.
TODO ESO LO ERES TÚ