🙏🏽 Cada Domingo, en la Misa Parroquial, nuestro párroco el P. Luis Murillo, al finalizar la homilía, nos invita a orar con una oración espontánea que surge desde lo que la Palabra de Dios le inspira; no obstante, en esta ocasión, la oración ha sido por nuestros enfermos.
👉🏻 El evangelio de hoy, VI Domingo del tiempo ordinario es Mateo 5, 17-37: «Así se dijo a los antiguos; pero yo os digo.» y aunque está como telón de fondo en la oración, está más enfocada a los enfermos y mayores, ya que ayer celebramos la Jornada Mundial del Enfermo, y nuestros enfermos y mayores tienen un lugar significativo en nuestra Parroquia.
Os compartimos la oración completa del P. Luis Murillo:
Señor Jesús, hoy te queremos dar gracias, en esta mañana,
por tantas personas que ayudan a tantos enfermos,
queremos iniciar dándote gracias por los familiares
que están cerca cuidando del enfermo.
Tú sabes Señor, que no es fácil cuidar de un enfermo,
que a veces incluso no se deja cuidar;
pero, ahí está tu rostro Señor.
Señor, hoy también queremos que bendigas
a cada uno de los enfermos que están en este templo,
Tú conoces los padecimientos de cada uno.
Pasaste sanando Señor a tantos enfermos por Galilea,
dando consuelo a tantas personas,
imponiendo tu mano sobre tantos cuerpos, señor,
que volvían a la vida, que regeneraban y recobraban la dignidad.
Mira Señor, a cada enfermo, la dolencia, la dificultad,
el dolor, el sufrimiento, y también la soledad
que a veces se lleva por dentro.
Sana Señor el corazón, y robustécelo,
danos fuerza para llevar la enfermedad.
Pon tu mano en lo humano de los médicos,
para que encuentren una posible solución.
Dignifica Señor,
la vida de cada enfermo de nuestra Comunidad,
dignifícala a través de nuestra presencia.
¡Qué grande eres Señor!,
a veces nos sentimos inútiles
cuando somos mayores o estamos enfermos
y sin embrago, Tú nos dices
que estamos habitados por Ti,
y que Tú obras en nosotros.
Bendice Señor también a cada enfermo de la Comunidad
que en este momento está en su casa,
a cada pariente nuestro que sabemos que no está bien;
miremos su rostro en nuestra mente
y digamos Señor, bendícelo, bendícela;
a los niños enfermos, a cada persona…
Tú conoces cada corazón
y formaste cada cuerpo en el vientre de su madre,
conoces cada célula y conoces lo que necesita regenerarse.
Gracias, Jesús, por tu amor y bendición en este día,
cercano de la Virgen de Lourdes nuestra madre;
Tú eres el médico y ella una gran enfermera.
Gracias Jesús, por tu amor y tu bendición.
Amén.
😇 También os compartimos una reflexión elaborada por nuestro párroco, el P. Luis Murillo, que nos podría ayudar a continuar orando con el Evangelio de hoy desde la fe, la esperanza y la caridad, y que podrás encontrar en 👇🏻👇🏻👇🏻