Porque, arriba en Jerusalén,
te necesitamos para que nos des vida.
NO DEJES DE SUBIR, SEÑOR

Aunque hoy te aclamemos
y mañana te olvidemos.
NO DEJES DE SUBIR, SEÑOR

Tú, Señor, eres nuestro Rey.
En Ti está nuestro futuro.
NO DEJES DE SUBIR, SEÑOR

Detrás, de la muerte, vendrá la vida.
Detrás, del llanto, el gozo.
NO DEJES DE SUBIR, SEÑOR

Perdona nuestra falsedad.
Olvida nuestras mentiras.
NO DEJES DE SUBIR, SEÑOR

Sube, Señor, a Jerusalén.
Sube, Señor, a la cruz.
Pues, sabemos todos, Señor,
lo mucho que por Ti, Dios nos ama.
NO DEJES DE SUBIR, SEÑOR

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